En el Distrito Metropolitano de Quito se están generando alrededor de 1.500 toneladas de basura diariamente. De este total la distribución por tipo de desecho para la zona es la siguiente: orgánico 51.63%, papel-cartón 6.48%, plásticos 5.37%, telas/cueros 2.08%, tierra 0.92%, vidrio 0.70%, metales 0.30%, otros 6.50%.
Los desechos sólidos no almacenados adecuadamente son un foco de infección debido a la proliferación de moscas y roedores que afecta a la salud tanto de los habitantes de la ciudad como de sus zonas aledañas que son la fuente de importantes recursos como: alimento, agua, recreación, entre otros. Además de contaminar el medio ambiente refleja desorganización y descuido por parte de los gobiernos locales e insuficiente educación y concienciación ambiental de los ciudadanos. Los desechos no orgánicos son materiales que no se degradan con facilidad; así, el papel tarda en degradarse de 2 a 3 años, el plástico de 100 a 1000 años, el tetrapack (químicos fusionados) demora de 25 a 30 años, el vidrio 4000 años, las latas de 10 años. Los químicos que forman parte de los desechos no orgánicos se transforman en el medio ambiente y producen gases tóxicos que afectan la capa de ozono, lo que actualmente se conoce como “calentamiento global”.
Es fundamental que dentro de las políticas en países en vías de desarrollo se enfatice en la educación ambiental con especial énfasis en los niños ya que los recursos naturales que poseen tienen un valor invaluable, no renovable. A estos recursos progresivamente se los está poniendo en peligro, debido a que el desarrollo económico que se persigue no es compatible con el cuidado ambiental. El aumento del nivel de conciencia ambientalista en las distintas comunidades urbanas, suburbanas y rurales, a través de la capacitación e información sobre conservación ambiental, reciclaje y reutilización de desechos orgánicos e inorgánicos es un factor preponderante para conseguir reducir la contaminación y mejorar el nivel de vida nuestra y de futuras generaciones.
A través de los últimos años y como consecuencia directa de la proliferación de plantaciones florícolas y procesos agrícolas de monocultivo similares a lo largo de todo el valle de Tumbaco hasta la zona de Cayambe, se ha visto como el extenuante trabajo en condiciones inadecuadas viene debilitando, contaminando y enfermando tanto al medio ambiente como a la población nativa de estas zonas, incluyendo a los niños. La aparición y rápido crecimiento de la industria florícola en toda esta zona debido a sus envidiables condiciones (terreno plano, acceso a agua, próxima cercanía a un aeropuerto internacional), cierto es que han beneficiado indiscutiblemente al desarrollo del país gracias a los ingresos que se obtienen por la exportación de flores; pero simultáneamente con este crecimiento económico de la industria, un aún más acelerado proceso de destrucción y contaminación del ecosistema se ha dado sin ningún control o protección.
A más de las consecuencias medio ambientales que la industria de las flores trajo consigo; un efecto socio cultural muy marcado se ha venido desarrollando a partir de la aparición de las primeras plantaciones, por lo que la población de la comunidad actualmente se encuentra integrada por personas de distintos lugares lo que demuestra el altísimo crecimiento poblacional a lo largo de toda esta zona, esto sumado a la migración de un alto número de padres de familia y profesionales en general hacia el exterior por la situación económica que afronta el país durante años se ve reflejado en la elevación de la delincuencia, violencia, desunión familiar, pérdida de costumbres y tradiciones, etc.
La zona para la cual se plantea la capacitación tiene una proyección de desarrollo comercial, industrial y demográfico bastante alto como consecuencia de la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de Quito en Tababela, por lo que la capacitación tanto en temas microempresariales como medioambientales son de vital importancia.
Los desechos sólidos no almacenados adecuadamente son un foco de infección debido a la proliferación de moscas y roedores que afecta a la salud tanto de los habitantes de la ciudad como de sus zonas aledañas que son la fuente de importantes recursos como: alimento, agua, recreación, entre otros. Además de contaminar el medio ambiente refleja desorganización y descuido por parte de los gobiernos locales e insuficiente educación y concienciación ambiental de los ciudadanos. Los desechos no orgánicos son materiales que no se degradan con facilidad; así, el papel tarda en degradarse de 2 a 3 años, el plástico de 100 a 1000 años, el tetrapack (químicos fusionados) demora de 25 a 30 años, el vidrio 4000 años, las latas de 10 años. Los químicos que forman parte de los desechos no orgánicos se transforman en el medio ambiente y producen gases tóxicos que afectan la capa de ozono, lo que actualmente se conoce como “calentamiento global”.
Es fundamental que dentro de las políticas en países en vías de desarrollo se enfatice en la educación ambiental con especial énfasis en los niños ya que los recursos naturales que poseen tienen un valor invaluable, no renovable. A estos recursos progresivamente se los está poniendo en peligro, debido a que el desarrollo económico que se persigue no es compatible con el cuidado ambiental. El aumento del nivel de conciencia ambientalista en las distintas comunidades urbanas, suburbanas y rurales, a través de la capacitación e información sobre conservación ambiental, reciclaje y reutilización de desechos orgánicos e inorgánicos es un factor preponderante para conseguir reducir la contaminación y mejorar el nivel de vida nuestra y de futuras generaciones.
A través de los últimos años y como consecuencia directa de la proliferación de plantaciones florícolas y procesos agrícolas de monocultivo similares a lo largo de todo el valle de Tumbaco hasta la zona de Cayambe, se ha visto como el extenuante trabajo en condiciones inadecuadas viene debilitando, contaminando y enfermando tanto al medio ambiente como a la población nativa de estas zonas, incluyendo a los niños. La aparición y rápido crecimiento de la industria florícola en toda esta zona debido a sus envidiables condiciones (terreno plano, acceso a agua, próxima cercanía a un aeropuerto internacional), cierto es que han beneficiado indiscutiblemente al desarrollo del país gracias a los ingresos que se obtienen por la exportación de flores; pero simultáneamente con este crecimiento económico de la industria, un aún más acelerado proceso de destrucción y contaminación del ecosistema se ha dado sin ningún control o protección.
A más de las consecuencias medio ambientales que la industria de las flores trajo consigo; un efecto socio cultural muy marcado se ha venido desarrollando a partir de la aparición de las primeras plantaciones, por lo que la población de la comunidad actualmente se encuentra integrada por personas de distintos lugares lo que demuestra el altísimo crecimiento poblacional a lo largo de toda esta zona, esto sumado a la migración de un alto número de padres de familia y profesionales en general hacia el exterior por la situación económica que afronta el país durante años se ve reflejado en la elevación de la delincuencia, violencia, desunión familiar, pérdida de costumbres y tradiciones, etc.
La zona para la cual se plantea la capacitación tiene una proyección de desarrollo comercial, industrial y demográfico bastante alto como consecuencia de la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de Quito en Tababela, por lo que la capacitación tanto en temas microempresariales como medioambientales son de vital importancia.
En la comuna La Victoria, sus caminos, el canal de riego, el parque y los alrededores permanecen generalmente con basura, debido a los problemas al momento de la recolección; ya que es una zona rural, la presencia de animales y sobretodo, la falta de educación ambiental de sus moradores generan que la zona se continúe contaminando progresivamente. Frente a estos problemas, nació la idea de capacitar a un grupo de alumnos de la escuela Rosa María López Vaca, mujeres y jóvenes de la comuna en educación medio ambiental, creatividad, reciclaje y reutilización de desechos orgánicos e inorgánicos, así como sensibilizar a la comunidad en el tema.
Por estas razones y muchas más se ve necesario el planteamiento de una propuesta diferente, una alternativa de educación más justa y digna donde los niños sin importar su sexo y compartiendo un objetivo en común puedan conseguir un cambio en su vida, encontrar la manera de obtener un ingreso económico que les permita solventar en algo las necesidades de su escuela y mejorar el entorno de su formación primaria.
En el Cantón Quito, Parroquia de El Quinche, comuna LA VICTORIA se plantea capacitar e impulsar un proyecto integral de manejo de desechos sólidos, tanto orgánicos como inorgánicos; conjuntamente con una sensibilización colectiva medioambiental a través de talleres y actividades programadas. Es por esto que la fundación Ekistika vio necesario la participación de un ente con objetivos sustentables se involucre en el mejoramiento del nivel de vida de los pobladores de la comuna y en especial de la escuela Rosa María López Vaca.
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